Como parte de la solución a esta problemática, los colegios ahora incluyen temas de sexualidad. Es decir, en las escuelas se enseña el sexo como si fuere una asignatura de matemáticas o ciencias naturales.
Aunque en las escuelas les hablen de sexo, ellos tienen preguntas que quizás no les hagan a sus maestros. Son preguntas que las tendrá que contestar usted mismo, ya que no hay en este mundo nadie mejor que usted para decirle a su hijo lo que más le conviene o no, lo que está bien y lo que está mal.
Cuando hable de sexo con los hijos, evite:
– Comenzar a hablar con sus hijos de la sexualidad a una edad tardía.
Es preferible hablar de sexo con los hijos durante sus primeros años de vida. Ahora bien, dice el refrán: “Nunca es tarde, si la dicha es buena”. Hablar de sexo con sus hijos es muy importante, no importa si aún no lo ha hecho; siempre es posible hablar de sexo con sus hijos. Preferiblemente hágalo a medida que estos vayan creciendo. Conforme ellos crezcan, también crecerá su curiosidad.
– Sea accesible.
Si su hijo desea comunicarle alguna inquietud sobre el sexo, sea abierto. Que el niño/a sienta que usted se encuentra disponible para ellos y que está en la mejor disposición de escucharlos.
– No sienta vergüenza.
No sienta vergüenza al hablar de sexo con sus hijos, tanto usted como sus hijos deben ver el sexo como algo normal y natural.
– No le hable mentiras.
– No evada preguntas.
– Llame las cosas por su nombre.
Conviene hablar de sexo con los hijos, cuando ellos comiencen a tomar conciencia de su cuerpo. Las partes intimas del cuerpo tienen su nombre, no tiene porqué ponerle apodos. Para usted será más fácil si acostumbra a su hijo a llamar las partes del cuerpo por su nombre. La mano se llama “mano”; las piernas, “piernas”; los brazos, “brazos”; el pene, “pene”; la vulva, “vulva”.
En esta etapa usted debe estar preparado, ya que sus hijos comenzaran a preguntarle cosas como: ¿Por qué él hace pis de píe mientras yo lo hago sentada? ¿Por qué soy distinto de mi hermanita/o? ¿Cómo nací yo?
Hablar de sexo con los hijos no será fácil; pero piense en las enfermedades de transmisión sexual, en los embarazos no deseados. Piense en todo lo que usted podrá evitar si es abierto y amoroso con sus hijos. Hábleles de sexo, no se arrepentirá.