Porque Por Mi El Dio Su Vida
Y Porque Su Resurección
Me Dio La Fuerza, y Aunque
Nada Me Hubiese Dado
Con Toda Mi Alma ,
Todas Mis Fuerzas, El Las Buenas,
y En Las Malas Yo Por Siempre
Serviré Con Gozo a Cristo Mi Señor.
Las palabras de un niño que acababa de perder a sus padres hizo reflexionar a esta mujer